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Es el cáncer más común que se presenta entre las mujeres; sin embargo, también se presenta en menor número en hombres.
En los últimos años, se han mejorado las técnicas de diagnóstico del cáncer de mama, que permiten detectarlo en etapas tempranas y así actuar de manera inmediata y efectiva en el tratamiento.
El cáncer de mama es la proliferación anormal y desordenada de células mamarias malignas que conduce al crecimiento descontrolado de un tumor dentro de la mama, el cual posteriormente tiene la capacidad de invadir a otros órganos.
Es un paso muy importante en la detección temprana del cáncer de mama, puede hacerlo en su casa de forma regular y periódica, usualmente mensual; la realización regular familiariza a la mujer con la consistencia usual de sus mamas y permite la detectar nódulos o masas de forma más sencilla. Se recomienda realizarlo aun desde la adolescencia, unos cinco a ocho días después del inicio del periodo menstrual, momento en el cual las mamas ya no están tan congestivas. La palpación de la mama debe cubrir toda la superficie de la glándula extendiéndose hasta la axila.
Examen clínico de la mama
Es el examen de la mama realizado por el personal de salud con el fin de identificar la presencia de masas palpables en una etapa lo más temprana posible. Una persona con un adecuado entrenamiento en este examen es capaz de identificar tumores palpables, incluso con medidas un poco mayores a 1 cm.
Cualquier hallazgo significativo deberá ser evaluado adicionalmente con estudios de mamografía o ecografía, de acuerdo con la recomendación del médico. El examen se realiza mediante la inspección y la palpación adecuada y completa de la mama, incluyendo las axilas.
Se recomienda que las mujeres mayores de 20 años se realicen un examen clínico de la mama por lo menos cada tres años, y que una vez lleguen a los 40 años, aumenten la frecuencia del examen una vez al año.
Si es necesario, el médico le debe ofrecer la realización de exámenes complementarios, como la mamografía, el ultrasonido, imágenes de resonancia magnética (RM), la biopsia con aguja dirigida por ecografía o pruebas de receptores de estrógeno y progesterona.
El examen más usado es la mamografía, es una radiografía de la mama que permite evaluar la presencia de enfermedades aun antes de producir síntomas. Ha sido una estrategia muy útil para el diagnóstico precoz de cáncer de mama, hasta el punto que ha logrado disminuir el riesgo de muerte por la enfermedad hasta en un 25%.
Las regulaciones de nuestro país en relación con la mamografía como instrumento para detección temprana de cáncer de mama en mujeres sin síntomas recomiendan su realización cada dos años después de los 50 años de edad. También, se utiliza para complementar la evaluación de una mujer con síntomas mamarios, como podría ser la aparición de una masa.
Existen varios tipos de cáncer de mama, dependiendo de cuál región se encuentra afectada, si se ha mantenido en su lugar o si se ha extendido a otras partes. En general, los cánceres pueden ser clasificados en no invasivos o invasivos.
Son aquellos que se encuentran en etapa temprana, se localizan en los conductos mamilares o en los lóbulos, y no se han extendido alrededor de la mama o a otras partes del cuerpo.
Hay dos tipos de cáncer de mama in situ:
Se dice que el cáncer es invasivo cuando se ha extendido más allá de donde comenzó, por ejemplo a los ganglios linfáticos de la axila (Donde da la seca) o a otros órganos como pulmón, huesos, cerebro .
El cáncer de mama puede pasar por etapas muy tempranas, donde es más probable que sea tratado de forma adecuada, pero si no se presta atención, puede avanzar y extenderse a otras partes del cuerpo. Para saber en qué etapa se encuentra el cáncer de mama, su médico puede hacer un examen clínico y algunas pruebas de patología, que le ayudarán a clasificar el cáncer.
Los médicos usualmente utilizan el sistema de clasificación TNM:
A cada una de estas categorías se le asigna un número que indica el grado de alcance del cáncer.
Existen varios tratamientos para el cáncer de mama, los cuales, dependiendo del estado en que se encuentre el cáncer, de la historia clínica, etc., pueden ayudar a eliminar el cáncer cuando está en etapas muy tempranas, a reducirlo para un mejor manejo o, en casos muy avanzados, para calmar el dolor y otras molestias.
Permite extraer el tumor y observar si existen ganglios linfáticos comprometidos. Es posible que antes de la cirugía usted reciba tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, para reducir el tamaño del tumor y facilitar la remoción con la cirugía.
También se pueden aplicar estos tratamientos después de la cirugía para eliminar las células cancerígenas que hayan quedado y disminuir el riesgo de que el cáncer reaparezca.
Existen varios tipos de cirugía, dependiendo del tipo de cáncer y de su evolución, expuestos a continuación.
Solo se remueve el tumor y una pequeña cantidad de tejido mamario alrededor de este y en ocasiones los ganglios linfáticos de la axila (resección axilar). Esta cirugía también se conoce como tumorectomía o resección local amplia. Se realiza en etapas tempranas del cáncer de mama y pueden ser necesarias sesiones de radioterapia después de la cirugía. Su ventaja es que puede preservar la apariencia de la mama.
No se debe realizar en los siguientes casos:
Es una cirugía que remueve la totalidad de la mama, incluyendo la piel, la grasa y el pezón. Se hace en caso de que no exista suficiente tejido mamario sano para hacer una cirugía conservadora de mama. Su médico mastólogo le ofrecerá toda la información necesaria para que usted decida entre una cirugía conservadora de mama o una mastectomía.
Sin embargo, hay algunos factores que pueden influir en su decisión y que sería pertinente discutir con su médico para que se tomen las decisiones de manera conjunta:
En un principio se puede realizar un examen llamado biopsia de ganglios linfáticos centinela, si se sospecha que el cáncer se ha expandido a los ganglios linfáticos que se encuentran en la axila. Los primeros que se pueden afectar son los ganglios centinela, pues por medio de ellos se drena el seno.
Una vez que se ha encontrado cáncer en los ganglios linfáticos, se puede hacer un procedimiento llamado disección de ganglios linfáticos axilares, el cual remueve una sección o la totalidad del tejido que contiene los ganglios.
La quimioterapia es un tratamiento que utiliza medicamentos que atacan las células cancerígenas y evita que estas se dividan. Dichos medicamentos se pueden administrar a través de las venas (intravenosa) o en tabletas. También, se puede usar un solo medicamento o una combinación de ellos para hacer más efectiva su acción.
Se puede usar antes de un tratamiento como la cirugía o la radioterapia para disminuir el tamaño del tumor y facilitar su remoción, este tipo de tratamiento se llama neoadyuvancia.
La quimioterapia también se puede usar después de la cirugía para eliminar las células cancerígenas que pueden haber quedado, y para evitar que crezcan y se dividan, cuando la quimioterapia se usa después de la cirugía, se dice que es tratamiento de adyuvancia.
La quimioterapia puede tener efectos secundarios, como cansancio, náuseas o vómito, caída del cabello, pérdida de apetito y mayor propensión a las infecciones.
La radioterapia utiliza rayos de alta energía para eliminar las células cancerígenas desde adentro, previniendo que crezcan, aunque destruye el tejido que tiene cáncer, también puede afectar tejidos sanos cercanos.
Puede recibir radioterapia solamente sobre la mama en:
Puedo recibir radioterapia sobre la pared torácica (pecho) si:
Puedo recibir radioterapia sobre los ganglios linfáticos si:
No es apta para este tratamiento si no tiene cáncer en los ganglios linfáticos.
Cuando se encuentra que el cáncer tiene receptores de estrógeno y/o progesterona positivos (ER-positivo), se puede iniciar tratamiento con terapia hormonal.
Este ayuda a bloquear el efecto del estrógeno o reducir sus niveles para no dejar que crezca el tumor. Se pueden dar después de la cirugía y de la quimioterapia para prevenir que el cáncer reaparezca.
Es un medicamento que bloquea los efectos del estrógeno, puede usarse en pacientes que no han llegado a la menopausia y también en pacientes con cáncer de mama metastásico.
Este medicamento puede producir algunos efectos secundarios, como calores, flujo vaginal y cambios de humor., rara vez se presenta cáncer de endometrio y coágulos sanguíneos (Consulte la sección de medicamentos).
A este grupo pertenecen el anastrozol, exemestano, letrozol, estos medicamentos ayudan a disminuir los niveles de estrógenos y se recomiendan en mujeres posmenopáusicas.
Tienen pocos efectos secundarios, como calores y dolor articular, pero también se pueden presentar osteoporosis y fracturas, porque se está removiendo todo el estrógeno(Consulte la sección de medicamentos).
Es un procedimiento que remueve los ovarios, pues son los principales productores de estrógenos, se usa en mujeres premenopaúsicas que tienen cáncer positivo para estrógenos, los tipos de ablación ovárica incluyen la cirugía para extraer ambos ovarios, la radioterapia y el uso de ciertos medicamentos como goserelina y leuprolide.
Una vez se ha tomado la decisión sobre qué tratamiento va a seguir, usted debe saber cuáles son los efectos secundarios que se pueden presentar, la mayoría son transitorios, y puede recibir asesoría sobre cómo manejarlos.
Ser diagnosticada con cáncer de mama resulta ser una experiencia que muchas mujeres perciben como devastadora, pues representa un cambio inesperado de sus planes hacia el futuro, de la forma cómo se relacionan con los demás y de cómo se ven a sí mismas. Al conocer el diagnóstico, y en ocasiones durante el tratamiento, es normal que experimente una serie de sensaciones y pensamientos, o malestar psicológico, como miedo, intranquilidad, incertidumbre sobre el futuro, preocupación por su salud y por la progresión de la enfermedad, sensación de que está perdiendo el control de su vida, rabia, indefensión, culpa y soledad.
También puede sentir temor por los cambios que puede haber en su relación con su familia, con su pareja, por cambios en su vida sexual y en su apariencia física.
A pesar de este malestar psicológico que puede presentar —pues no todas las mujeres reaccionan de la misma manera—, es necesario saber que:
Existen ocasiones en que es necesario consultar, porque hay una sensación de pérdida de control sobre esas emociones. Dichos casos pueden ser:
No soy solo mi cuerpo, cada persona construye su propia idea sobre cómo es su cuerpo, lo que se llama imagen corporal. En las mujeres con cáncer de mama que han pasado por una cirugía conservadora o una mastectomía, su imagen corporal se ve “fracturada”, pues esta ya no coincide con los cambios que ha sufrido su cuerpo.
La idea de perder un seno hace sentir a algunas mujeres a que “ya no se sientan tan mujeres”, y se pueden aislar.
La caída del cabello o el aumento de peso también pueden afectar su imagen corporal y su autoestima.
Por eso, es importante que durante el tratamiento asista a asesorías con psicología o consultar grupos de apoyo para pacientes con cáncer de mama.
Antes de iniciar su tratamiento, es recomendable que usted reciba información sobre por qué va tener ese tratamiento y cuáles son sus beneficios y riesgos. Ello, para que usted pueda asumir un papel más activo en el manejo de la enfermedad y de los efectos secundarios del tratamiento.
Existen varias fuentes de apoyo alrededor suyo, como su familia, amigos, centros religiosos y artísticos artesana por ejemplo, y su equipo médico. Lo más importante es que usted reconozca que no está sola y que solicitar ayuda no es signo de debilidad. Puede recibir apoyo psicológico, social, espiritual y práctico.
Tomado Guía de práctica clínica (GPC) para la detección temprana, tratamiento integral, seguimiento y rehabilitación del cáncer de mama | Guía No. GPC-2013-19
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